La correcta elección de uniformes ayuda a las empresas y organizaciones a proyectar sus valores e identidad a través de sus empleados o trabajadores. Cada empresa tiene distintas estrategias para permear su identidad y posicionarse ante la sociedad. Una de estas acciones que no debería pasar desapercibida es el uso de uniformes para su personal, lo que los favorece a crear un elemento diferenciador no sólo entre nuestros clientes sino también entre la competencia.

El que los empleados i trabajadores sean la primera cara de la empresa que verán los clientes es una de las principales razones de por qué portar un uniforme institucional es tan importante. Escoger la ropa adecuada es un proceso meticuloso que se hace con inteligencia, ya que el uso de las prendas varía de acuerdo con las funciones del trabajo, que además se personalizan con la identidad visual de la empresa.

No obstante, para la elección de los uniformes no siempre es necesario agregar todos los elementos institucionales que los manuales de identidad corporativa estipulan, ya que la correcta selección del uniforme puede expresar los atributos que caracterizan a la organización a simple vista. La combinación de estas prendas deberá expresar la personalidad y valores a través del diseño y estilo sin sobresaturar de elementos visuales el uniforme. Es importante que quienes se encarguen de las adquisiciones de uniformes al interior de la organización tengan en cuenta factores como el clima o las áreas laborales como talleres o maquila, pues éstos influyen en la selección de telas y texturas. Sobre los cambios de clima, es recomendable optar por distintos diseños o telas, inclusive se puede agregar un chaleco o chamarra para el invierno o un pantalón con corte alto para una situación más formal.

El Área de Recursos Humanos, que son los que suelen tomar la decisión de cuándo, cómo y a quién comprar la vestimenta de sus empleados o trabajadores, consideren en sus procesos de valoración y decisión las actividades diarias del personal para decidir qué prendas son las más convenientes para cada área. Esto ayudará a tomar una decisión estratégica que redituará el aspecto económico de la empresa.

Brindar a los empleados la facilidad de utilizar uniformes no sólo otorga formalidad y reconocimiento externo, también genera identidad dentro de las empresas. No se debe olvidar que la ropa es sinónimo de personalidad y, en algunos casos, es un aditamento de seguridad que ayuda a los colaboradores a desenvolverse con confianza durante sus jornadas laborales. Definitivamente, el empleo correcto de uniformes es una estrategia que ofrece un enorme potencial para el posicionamiento de las organizaciones.

También contribuye a que el personal sea referenciado como una extensión fundamental de las empresas y a sentirse una parte valiosa de ésta, lo que aumenta la lealtad y productividad, así como la generación de un ambiente laboral de unión de cada uno de los que integran la empresa en el desempeño de sus funciones.

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